El exorcista más fuerte de todos los tiempos, el que dominaba todo el Onmyoujutsu y estaba acompañado por el shikigami de los Doce Generales Celestiales, fue traicionado por sus colegas y tuvo una muerte trágica. Sin embargo, a punto de perecer, se reencarnó en otro mundo. El exorcista más fuerte se convirtió en el tercer hijo, Wayne, un noble; parte de la clase alta. En este mundo de fantasía, la “magia” está muy extendida, y la superioridad o inferioridad del estatus de cada uno estaba determinada por la presencia o ausencia de poder mágico. Por supuesto, nadie conoce la existencia de los exorcistas o de los shikigami. Wayne no tiene ningún poder mágico ni talento para la magia. Sin embargo, el talento del exorcista de su vida anterior es el mejor de los mejores. Siendo un maestro del Onmyoujutsu y teniendo vínculos con los generales celestiales, no hay nada que sea imposible para Wayne, que “debería ser incompetente”. Convertirse en el exorcista más fuerte, que supera con creces el sentido común de la gente que piensa que “la magia lo es todo”.