Takaharu, de 36 años, vive solo. Tras graduarse en la Escuela de Arte, lleva una vida tranquila pintando cuadros. Un día, su ex novia Kyou, con la que rompió hace 17 años, acude a él con su hija Minori y le pide que las deje quedarse en su casa. Como en sus días de universidad, Kyou se siente atraída por la deliciosa comida, y así los tres empiezan a vivir juntos.