Mellie siempre supo que era una carga para la Casa Felton, sostenida únicamente por la amistad de su madre con la antigua Duquesa Felton. A pesar de ello, desarrolló sentimientos por su más querido compañero de juegos, el Joven Maestre Edric. Sin embargo, su mundo comienza a cambiar cuando Edric anuncia su compromiso. La actitud de la ex Duquesa hacia Mellie se vuelve fría mientras Edric insiste en que ella permanezca a su lado para siempre. Mellie, acostumbrada a carecer de control sobre su propia vida, se pregunta si Edric realmente está pensando en lo mejor para ella.