La familia K recibió la bendición del Dragón Negro, permitiéndoles curar a los enfermos y purificar las impurezas sólo con sus voces. Pero la vida de AKARI se hace añicos tras la muerte de sus padres, dejándola a merced de sus crueles tíos, quienes la torturaron hasta que perdió la voz. Mientras su hija, SERI, asciende para convertirse en la nueva sacerdotisa, AKARI se ofrece como sacrificio al Dragón Negro. «¿Por qué tengo que morir así? ¡Por favor, ayúdame!» En respuesta a su súplica desesperada, el Dragón Negro aparece como un hombre llamativo y toma su mano, llevándola rápidamente a su reino. Elegida para ser la novia del Dragón Negro YUKI, AKARI se encuentra en la encantadora Mansión del Dragón Negro, suspendida entre los cielos y el mundo humano. Pero los celos se encienden en SERI, quien promete recuperar a YUKI y hacer sufrir a AKARI una vez más.