El engaño de mi exnovio y el estrés laboral me llevaron a comprar impulsivamente un juego de realidad virtual para adultos llamado <¡La Santa es una Espía!>. Dejé a un lado mi identidad como Lee Ju-ha y disfruté al máximo del juego, convirtiéndome en la santa “Haniel” y seduciendo a los hombres del imperio. Satisfecha con el rendimiento del juego, que ofrecía sensaciones con un realismo del 100%, justo cuando iba a salir del juego para ir a trabajar, pensé: “Aquí debería estar el botón de cerrar sesión…”. ¿Podrá Ju-ha conseguir un final de harén inverso con los seis protagonistas masculinos y salir del juego sana y salva?